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sábado, 26 de septiembre de 2015

El SIDA


El síndrome de inmunodeficiencia adquirida, conocido por su acrónimo sida, es el conjunto de enfermedades de muy diverso tipo (generalmente, procesos infecciosos o tumorales) que resultan de la infección por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH). El uso de medicamentos combinados puede controlar la replicación del virus y fortalecer el sistema inmunitario; la consecuencia es que la infección se convierte en crónica y no deriva en sida, algo que, en su evolución natural y en la mayoría de los pacientes, ocurriría en promedio a los diez años del contagio, y se produciría la muerte en un periodo de tres a cinco años.

Clínicamente, el sida es declarado cuando un paciente seropositivo presenta un conteo de linfocitos T CD4 inferior a 200 células por milímetro cúbico de sangre. En esta condición, el sistema inmunitario se halla gravemente deteriorado, de modo que el paciente queda expuesto a diversos procesos patológicos generados por un conjunto de infecciones oportunistas. Si las condiciones de los servicios médicos no permiten la realización de pruebas de laboratorio, se declara que un paciente ha desarrollado sida cuando presenta enfermedades que se consideran definitorias del síndrome.

En un sentido estricto, el sida no es una enfermedad causada por el virus de inmunodeficiencia humana. De hecho, el VIH sólo es el agente etiológico de algunos procesos patológicos como el complejo de demencia asociado al sida. El sida es expresión de una inmunosupresión que aumenta las probabilidades de que un portador del VIH desarrolle enfermedades causadas por infecciones que, en personas con sistemas inmunes no deteriorados, no se presentarían. Entre estas se encuentran la infección por Histoplasma, Toxoplasma y Cándida albicans, microorganismos que se encuentran en ambientes cotidianos o en el organismo humano, pero que sólo son patógenos generalmente en condiciones de inmunosupresión. La prevalencia de las enfermedades oportunistas varía en función de las condiciones de vida de cada país o localidad. La infección por VIH que produce en sus estados avanzados el sida se adquiere a través del intercambio de fluidos como la sangre, el semen, la mucosa vaginal y la mucosa anal. Otros fluidos como las lágrimas y la saliva contienen el virus en menores cantidades, de manera que la probabilidad de adquirir el VIH a través de ellos es prácticamente nula. Las formas más frecuentes de contraer el VIH son: las relaciones sexuales sin condón, el uso de jeringas y de otros instrumentos punzocortantes infectados, la transfusión de sangre o de productos derivados de la sangre contaminados con el virus y la transmisión por vía perinatal de una madre a su hijo durante el parto o al amamantarlo. Tienen que transcurrir algunos días antes de la seroconversión del portador del virus; no es sino hasta después de la seroconversión cuando la persona adquiere la condición de seropositivo. Aunque no se manifiesten síntomas graves de la infección por VIH, el sistema inmunitario del paciente estará expuesto a un proceso de deterioro causado por la reproducción del virus. Con el tiempo, una persona seropositiva desarrollará el sida en el lapso de aproximadamente 5 años o más después de la infección.
 

Historia del SIDA


La era del sida empezó oficialmente el 5 de junio de 1981, cuando los CDC (Centers for Disease Control and Prevention) (Centros para el Control y Prevención de Enfermedades) de Estados Unidos convocaron una conferencia de prensa donde describieron cinco casos de neumonía por Pneumocystis carinii en Los Ángeles. Al mes siguiente se constataron varios casos de sarcoma de Kaposi, un tipo de cáncer de piel. Las primeras constataciones de estos casos fueron realizadas por el Dr. Michael Gottlieb de San Francisco.

Pese a que los médicos conocían tanto la neumonía por Pneumocystis carinii como el sarcoma de Kaposi, la aparición conjunta de ambos en varios pacientes les llamó la atención. La mayoría de estos pacientes eran hombres homosexuales sexualmente activos, muchos de los cuales también sufrían de otras enfermedades crónicas que más tarde se identificaron como infecciones oportunistas. Las pruebas sanguíneas que se les hicieron a estos pacientes mostraron que carecían del número adecuado de un tipo de células sanguíneas llamadas T CD4+. La mayoría de estos pacientes murieron en pocos meses.

Por la aparición de unas manchas de color rosáceo en el cuerpo del infectado, la prensa comenzó a llamar al sida, la “peste rosa”, causando una confusión, atribuyéndola a los homosexuales, aunque pronto se hizo notar que también la padecían los inmigrantes haitianos en Estados Unidos, los usuarios de drogas inyectables y los receptores de transfusiones sanguíneas, lo que llevó a hablar de un club de las cuatro haches que incluía a todos estos grupos considerados de riesgo para adquirir la enfermedad. En 1982, la nueva enfermedad fue bautizada oficialmente con el nombre de Adquirid Immune Deficiency Syndrome (AIDS), nombre que sustituyó a otros propuestos como Gay-related immune deficiency (GRID).

Hasta 1984 se sostuvieron distintas teorías sobre la posible causa del sida. La teoría con más apoyo planteaba que el sida era una enfermedad básicamente epidemiológica. En 1983 un grupo de nueve hombres homosexuales con sida de Los Ángeles, que habían tenido parejas sexuales en común, incluyendo a otro hombre en Nueva York que mantuvo relaciones sexuales con tres de ellos, sirvieron como base para establecer un patrón de contagio típico de las enfermedades infecciosas.

Otras teorías sugieren que el sida surgió a causa del excesivo uso de drogas y de la alta actividad sexual con diferentes parejas. También se planteó que la inoculación de semen en el recto durante la práctica de sexo anal, combinado con el uso de inhalantes con nitrito llamados poppers, producía supresión del sistema inmunológico. Pocos especialistas tomaron en serio estas teorías, aunque algunas personas todavía las promueven y niegan que el sida sea producto de la infección del VIH.

La teoría más reconocida actualmente, sostiene que el VIH proviene de un virus llamado “virus de inmunodeficiencia en simios” (SIV, en inglés), el cual es idéntico al VIH y causa síntomas similares al sida en otros primates. Según un estudio publicado en 2014, el virus entraría en los seres humanos por primera vez en los años 20 del siglo XX, en el centro de África.

En 1984, dos científicos franceses, Françoise Barré-Sinoussi y Luc Montagnier del Instituto Pasteur, aislaron el virus de sida y lo purificaron. El Dr. Robert Gallo, estadounidense, pidió muestras al laboratorio francés, y adelantándose a los franceses lanzó la noticia de que había descubierto el virus y que había realizado la primera prueba de detección y los primeros anticuerpos para combatir a la enfermedad. Después de diversas controversias legales, se decidió compartir patentes, pero el descubrimiento se le atribuyó a los dos investigadores originales que aislaron el virus, y solo a ellos dos se les concedió el Premio Nobel conjunto, junto a otro investigador en el 2008, reconociéndolos como auténticos descubridores del virus, aceptándose que Robert Gallo se aprovechó del material de otros investigadores para realizar todas sus observaciones. En 1986 el virus fue denominado VIH (virus de inmunodeficiencia humana). El descubrimiento del virus permitió el desarrollo de un anticuerpo, el cual se comenzó a utilizar para identificar dentro de los grupos de riesgo a los infectados. También permitió empezar investigaciones sobre posibles tratamientos y una vacuna.

En esos tiempos las víctimas del sida eran aisladas por la comunidad, los amigos e incluso la familia. Los niños que tenían sida no eran aceptados por las escuelas debido a las protestas de los padres de otros niños; éste fue el caso del joven estadounidense Ryan White. La gente temía acercarse a los infectados ya que pensaban que el VIH podía contagiarse por un contacto casual como dar la mano, abrazar, besar o compartir utensilios con un infectado.

En un principio la comunidad homosexual fue culpada de la aparición y posterior expansión del sida en Occidente. Incluso algunos grupos religiosos llegaron a decir que el sida era un castigo de Dios a los homosexuales (esta creencia aún es popular entre ciertas minorías de creyentes cristianos y musulmanes). Otros señalan que el estilo de vida (depravado) de los homosexuales era responsable de la enfermedad. Aunque en un principio el sida se expandió más de prisa a través de las comunidades homosexuales, y que la mayoría de los que padecían la enfermedad en Occidente eran homosexuales, esto se debía, en parte, a que en esos tiempos no era común el uso del condón entre homosexuales, por considerarse que éste era sólo un método anticonceptivo. Por otro lado, la difusión del mismo en África fue principalmente por vía heterosexual.

El sida pudo expandirse rápidamente al concentrarse la atención sólo en los homosexuales, esto contribuyó a que la enfermedad se extendiera sin control entre heterosexuales, particularmente en África, el Caribe y luego en Asia.

Gracias a la disponibilidad de tratamiento antirretrovirales, las personas con VIH pueden llevar una vida normal, la correspondiente a una enfermedad crónica, sin las infecciones oportunistas características del sida no tratado. Los antirretrovirales están disponibles mayormente en los países desarrollados. Su disponibilidad en los países desarrollados está creciendo, sobre todo en América Latina; pero en África, Asia y Europa Oriental muchas personas todavía no tienen acceso a esos medicamentos, por lo cual desarrollan las infecciones oportunistas y mueren algunos años después de la seroconversión.
 

Documentales Sobre el SIDA


Estos son unos documentales muy interesantes acerca del tema del SIDA, espero que aprenda la importancia de lo significa y lo que puede causar en un ser humano.
 

Consecuencias del SIDA


La mayor consecuencia de la pandemia del sida es el sufrimiento humano, sufrimiento difícilmente evaluable, pero que no por ello debe olvidarse que es la principal de las consecuencias. Los sufrimientos de una enfermedad terrible que conduce a la muerte en miles y miles de casos, los sufrimientos de familiares que pierden a sus seres queridos, los millones de niños huérfanos (muchos de ellos también contagiados) que quedan al morir sus padres de sida, son los principales motivos por los que toda la humanidad debe luchar contra esta enfermedad.

A pesar de lo dicho, daremos unas indicaciones de otras consecuencias medibles, como son las consecuencias económicas y las consecuencias demográficas. Algunos informes o realidades concretas nos podrán hacer una idea.


·         CONSECUENCIAS ECONÓMICAS:

En el informe publicado por el Programa de lucha contra el SIDA de la Organización Mundial de la Salud (OMS), y titulado Las consecuencias económicas del SIDA” se afirmaba que la atención médica de los enfermos de SIDA iba a absorber una parte cada vez más importante de los gastos sanitarios, mientras que el trabajo que dejan de realizar esos enfermos supondría una reducción significativa en la producción nacional. Las repercusiones del SIDA en los sistemas sanitarios y económicos de los países en vías de desarrollo están sólo en sus inicios.

El Banco Mundial, la gran institución financiera para los países en vías de desarrollo, ya informó en Diciembre de 1994, que el SIDA además de la tragedia humana, se había convertido ya en una seria amenaza económica para el Tercer Mundo. A modos de ejemplos se cita que: Tanzania perdería 14.460 maestros en los próximos quince años, todos víctimas del SIDA; y el SIDA también hará reducir en un 14% los niños en edad escolar para el 2020. Los ferrocarriles de Uganda habían perdido por la enfermedad el 15% de los empleados en plantilla y con más formación. En Tailandia, la epidemia se había cebado con los camioneros, hasta el punto de encarecer substancialmente el transporte por carretera. Es ese país se estimaba que el 4.2% de la población laboral está infectada por el virus del SIDA.

Según un estudio divulgado el 6 de Junio del 2000 por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), El SIDA deteriora la fuerza laboral. La expansión del virus limitará el tamaño y la calidad de la fuerza de trabajo, incrementará los costos de los patronos y alterará el progreso económico de las naciones más afectadas por la enfermedad.

·         REVISIÓN DEMOGRÁFICA:

La enfermedad del SIDA forzó a la ONU en 1998, a rebajar en 500 millones su previsión demográfica, a la vez que reduce 20 años la esperanza de vida en el África más castigada.

La epidemia de SIDA ha empezado a frenarse un tanto, en los países desarrollados, pero su progresión en el Tercer Mundo es de tal magnitud que ha forzado a la ONU a revisar drásticamente a la baja sus previsiones de crecimiento demográfico para el siglo XXI. En los países africanos más castigados, el SIDA reducirá de 61 a 41 años la esperanza de vida para el 2005. La ONU rebajó en Octubre de 1998 su estimación de la población mundial para el año 2050 en 500 millones de personas.

La posibilidad de frenar la epidemia en los países africanos es poco realista con los medicamentos en uso. Los modernos cócteles de fármacos que han logrado revertir la tendencia en el mundo desarrollado son muy caros, y deben administrarse durante periodos muy prolongados.

La situación es tan grave en estos países que se prevé que, de cara al año 2010, 61 de cada cien lactantes de Sudáfrica fallezcan antes de llegar al año de edad, proporción que de no ser por el SIDA se situaría en un 38%. En los nueve países con una prevalencia del VIH en la población adulta igual o superior al diez por ciento (Botswana, Kenya, Malawi, Mozambique, Namibia, Ruanda, Sudáfrica, Zambia y Zimbabwe), las estimaciones indican que el SIDA tendrá un coste medio de 17 años de esperanza de vida, disminuyéndola de los 64 a los 47 años, frente a los aproximadamente 70 que deberían vivir en zonas como Botswana, donde más del 25% de los adultos están infectados.
 

Tratamiento Para el SIDA


No hay cura conocida para el sida. Ningún tratamiento elimina por completo el virus del organismo. Sin embargo, sí hay disponibles tratamientos del sida que ayudan a mantener el recuento de CD4 alto y mejoran la calidad de vida de los pacientes.

Es muy utilizada la terapia antirretroviral altamente activa (HAART en inglés o TARGA en español). Se trata de una combinación de varios fármacos antirretrovirales, cuya finalidad es impedir que se multiplique el virus. Consigue reducir el número de partículas de VIH en la sangre, y permite que el conteo de CD4 permanezca alto, lo que conduce a mejorar y prolongar la vida del paciente. Aunque hay que tener presente que el paciente puede seguir transmitiendo el virus.

Esta terapia tiene sus inconvenientes, y es que pueden aparecer los efectos secundarios específicos de cada uno de los fármacos que componen la terapia. Entre los más comunes: náuseas, dolor de cabeza, debilidad, malestar general, y acumulación de grasa en la espalda y en el abdomen. Cuando se utilizan durante un tiempo prolongado aumentan el riesgo de que el paciente sufra un ataque cardíaco.

El médico que prescriba este tratamiento tiene que hacer un seguimiento al paciente para valorar estos posibles efectos secundarios y, cada tres meses, solicitar análisis de sangre para medir los conteos de CD4 y la carga viral del VIH.

Otro incoveniente de esta terapia es que el VIH se puede hacer resistente al tratamiento, por lo que sería preciso cambiar la combinación, y sustituir unos fármacos por otros.

Actualmente se dispone de pruebas genéticas capaces de determinar si una cepa de VIH es resistente a un fármaco concreto, lo que puede ayudar a seleccionar la mejor combinación de medicamentos posible para cada persona, y modificar así el tratamiento farmacológico cuando este comienza a fallar.

En el caso de que se trate de una mujer embarazada, el tratamiento debería incluir zidovudina (AZT), desde el comienzo del 2º trimestre hasta el final del embarazo y el parto. El bebé también debe ser tratado durante las 6 primeras semanas de vida.

Como Prevenir el SIDA


Por vía Sexual

Teniendo abstinencia sexual (no tener relaciones sexuales), amenos que, si la pareja es de confiar y no tiene SIDA.

Mediante la práctica del sexo seguro, es decir, sin penetración (besos, caricias, abrazos autoerotismo o masturbación y/o eyaculación sobre la piel sana).

Por vía Sanguínea

Utilizando sangre y derivados que hayan sido previamente analizados y estén libres del virus. SANGRE SEGURA.

Recomendando a los Usuarios de Drogas (medicamentos) Inyectables utilizar una aguja y jeringa nueva en cada aplicación o lavarlas y hervirlas.

Utilizando guantes de látex o poliuretano siempre que se maneje sangre o secreciones corporales.

Por vía Perinatal

Ofreciendo la prueba de detección para el VIH al 100% de mujeres embarazadas, de manera gratuita, voluntaria y confidencial en los servicios de salud de todo el país.

Ofreciendo medicamentos antirretrovirales gratuitos a todas las embarazadas con VIH.

¿Existen otras vías de transmisión?

No. Está comprobado que el VIH no puede transmitirse por el contacto casual o cotidiano como los abrazos, las caricias, los besos o por compartir utensilios para comer o de baño, ni por nadar en albercas. Tampoco se transmite a través de los animales, ni por picaduras de insectos.

La Epidemia del SIDA en Guatemala


La epidemia del VIH/SIDA en Guatemala está aumentando rápidamente y especialmente afectando ciertos grupos de la población que se encuentran en alto riesgo, entre los cuales se identifican hombres que tienen relaciones con hombres, (HCH), trabajadoras del sexo y relaciones entre parejas bisexuales.

La mayoría de casos de acuerdo a estudios realizados por la organización USAID (Agencia para la ayuda internacional de los Estados Unidos) se han detectado en las áreas urbanas y a lo largo del corredor comercial que incluye las carreteras que unen los países desde México y Centro América y que conlleva un aumento de lugares donde hay intercambio de actividad sexual.  La epidemia de VIH en Guatemala es primariamente transmitida por medio de relaciones heterosexuales 75 por ciento y el 17 por ciento a través de contacto homosexual (UNAIDS).  Otro dato importante a considerar es que durante los años 2002 y 2003 el riesgo de infección en mujeres sexo-servidoras fue del 3.3 por ciento.

De acuerdo a un reporte del Ministerio de salud en Junio del año 2,004 se habían reportado 7,054 casos de SIDA identificados, mas sin embargo algunos expertos en el área de salud predicen que los casos no reportados podrían ser más o menos del 50 por ciento.  Dentro de este cincuenta por ciento podrían incluirse los resultados de un estudio realizado por la UNAIDS donde el 20 por ciento de los hombres que tienen sexo con hombres también admiten tener relaciones regulares con sus parejas femeninas sin protección aumentando el riesgo en este grupo de la población la cual se considera no estar en peligro de infectarse y raramente van a buscar cómo hacerse un examen.   Otros de los factores que podrían estar afectando la epidemia del VIH/SIDA en Guatemala es la falta de confidencialidad con la que se manejan los resultados lo que hace que está este renuente a acudir para recibir los servicios necesarios, aunando el factor económico y la concentración de este tipo de servicios en la capital hace menos posible que la población que vive en áreas alejadas acuda y se informe.  De acuerdo a estadísticas del Ministerio de Salud la incidencia del VIH/SIDA en el departamento de Chimaltenango es baja comparado con otros departamentos como Puerto Barrios, Escuintla, Mazatenango, pero esto puede ir en aumento si no se toman las medidas necesarias para controlar el problema, debido a la migración constante de la población en busca de trabajos, comercio etc.  Es por eso que ASIDAVI con el fin de descentralizar de alguna manera los servicios se proponen establecer programas de sensibilización, educación a nivel departamental, acompañado de pruebas para la detección de anticuerpos para el VIH.  También se contempla dentro de las posibilidades de la asociación ofrecer tratamiento médico contra el VIH en el departamento y sus alrededores.

El avance de la epidemia del VIH/SIDA en Guatemala no sólo en el número absoluto de personas afectadas sino en grupos poblacionales específicos, particularmente en mujeres y niños, está impactando de una manera no esperada y poco conocida a la población guatemalteca, produciendo de hecho una exclusión social de las personas afectadas, sumadas a las connotaciones estigmatizantes que la enfermedad provoca.

Los datos disponibles sobre este tema en el país son limitados. La información disponible muestra que en el Hospital Roosevelt el SIDA pasó de ser la novena causa de ingreso en el departamento de Medicina Interna en 1997 a la tercera causa en 1999. 

Dado que en Guatemala la principal vía de transmisión del virus del SIDA es la heterosexual, muchos niños perderán a ambos padres en el futuro. Las estimaciones realizadas por ONUSIDA y AID en el año 2003 mostraban que el número de niñas y niños huérfanos a causa del SIDA era de 29.000.

Pandemia del SIDA


La pandemia de VIH-sida es consecuencia de la difusión del virus de inmunodeficiencia humana (VIH) alrededor del mundo. La presencia del virus está documentada en la mayor parte de los países del planeta, pero las tasas de prevalencia varían de país en país. Se desconoce cuál es el número total de personas afectadas por la pandemia, pues la mayor parte de los portadores del virus suele desconocer su situación hasta el momento en que presenta algunas enfermedades oportunistas.

Desde 1981 cuando fueron identificadas algunas manifestaciones del cuadro conocido actualmente como síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA), han muerto alrededor del mundo varios millones de personas. La mayor parte de las víctimas corresponde a África subsahariana, que concentra alrededor de dos tercios de los seropositivos al VIH en el planeta.

El constante crecimiento del número de infectados con el virus ha movilizado a gobiernos y sociedad civil en todos los países del mundo. A nivel internacional, el Programa Conjunto de las Naciones Unidas para el VIH-sida (ONU sida) es una agencia que tiene como propósito coordinar las acciones globales destinadas al control de la pandemia. Además, en varios países existen entidades gubernamentales y civiles que cumplen las mismas funciones.

Los efectos y dimensiones de la pandemia de VIH-sida cambian de país en país. Los países con tasas más altas de prevalencia se encuentran en África subsahariana, mientras que algunos países de Europa y Oceanía han reportado un bajo número de casos detectados. En las distintas tasas de prevalencia del VIH en la población de un país intervienen factores muy diversos. En la mayoría de las regiones del mundo, la pandemia está estabilizándose. El pico máximo de nuevas infecciones ocurrió en 1996, con 3.5 [3.2-3.8] millones de contagios alrededor del mundo. Para el 2008, ONU sida calculó que hubo 2.7 [2.4-3.0] millones de nuevos contagios, la mayoría de los cuales tuvieron lugar en los países africanos al sur del Sáhara.

Diferncia Entre el VIH y SIDA


El Virus de la Inmunodeficiencia humana (VIH) es el que mata o daña a las células del sistema inmunológico del organismo debilitando sus defensas. El organismo al tener infecciones “oportunistas” o enfermedades simples de las cuales no puede recuperarse fácilmente. Por ejemplo, una gripe común para quien padece de VIH puede ser fatal.

Por su parte el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA) es causado por el VIH. Tener  SIDA significa estar en el estado más crítico de la infección. Se caracteriza por la aparición de síntomas de enfermedades llamadas “marcadores”, las cuales van indicando el  avance de la infección y qué tan deteriorado está  el sistema inmunológico.

Al entrar el VIH al organismo las defensas bajan y los glóbulos blancos denominados linfocitos CD4 cooperadores  se vuelven susceptibles  siendo infectados por el virus venciendo y abrumando finalmente al sistema inmunológico el cual al tener sus defensas al mínimo puede producir los principales síntomas de SIDA el cual al no ver los linfocitos suficientes y producción de anticuerpos que defiendan al organismo se vuelve una infección oportunista

El Logo del SIDA


El lazo rojo es un símbolo internacional ideado para mostrar apoyo a la lucha contra el SIDA y solidarizarse con las víctimas de la enfermedad y los portadores del VIH. Consiste en un trocito de cinta roja doblado que se prende en la pechera o la solapa del traje.

Fue creado en 1991 por Frank Moore como una iniciativa del Visual Aids Artists Caucus, un grupo caritativo de artistas de Nueva York. Los artistas que formaban el grupo querían crear un símbolo visible para mostrar solidaridad con las personas afectadas por el VIH, las fallecidas por el SIDA y sus allegados. Se inspiró en el lazo amarillo que algunas familias de soldados estadounidenses en la Guerra del Golfo colgaban en las puertas de sus casas, como símbolo de la esperanza en su regreso sanos y salvos. Se eligió el color rojo por su conexión con la sangre y el concepto de pasión; y se concibió para portar cerca del corazón simbolizando el amor. El lazo rojo enseguida se extendió entre los colectivos de lucha contra el SIDA. La primera figura pública que lo portó fue Jeremy Irons en los premios Tony de 1991. Pronto pasó a ser el símbolo de la prevención y lucha contra el sida, convirtiéndose en un emblema políticamente correcto y accesorio de moda en las solapas de los famosos. El lazo rojo se extendió por el mundo como símbolo de los esfuerzos para combatir la enfermedad y prevenirla. Sigue siendo el principal símbolo elegido por los gobiernos y ONGs en sus campañas informativas contra el sida y las fundaciones que recaudan fondos para la investigación y asistencia a los enfermos.

viernes, 25 de septiembre de 2015

El Sida Afecta mas a Hombres o Mujeres


Una de cada cuatro personas con el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) en México es mujer, cifra que se incrementó en las últimas décadas, informó el Centro Nacional para la Prevención y el Control del VIH y el Sida (Censida).
Las mujeres de 15 años o más representan 31 por ciento de las personas con VIH en América Latina, cifra superior al 28 por ciento registrado en 2001, destacó el organismo en un comunicado.
Uno de los factores de riesgo para contraer VIH es que la pareja estable de las mujeres tenga de manera frecuente otras parejas sexuales, indicó Censida.

En ese sentido, el organismo subrayó en la necesidad de incrementar la educación sexual y reproductiva en adolescentes, pues de acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut) de 20012, el 23 por ciento de los adolescentes de 12 a 19 años inició su vida sexual.
Y aunque 90 por ciento de ellos conoce o escuchó sobre algún método anticonceptivo, el 15 por ciento de los hombres y 33 por ciento de las mujeres no utilizaron ningún método en su primera relación sexual.

"El diagnóstico, la atención médica especializada y el acceso universal al tratamiento, así como mantener a las personas que viven con VIH controladas son parte fundamental (de la) prevención", dijo el director Médico de la Clínica Especializada Condesa, Jesús Casillas Rodríguez.
Ya que con ello "se evita la transmisión del VIH a sus parejas sexuales, así como en el caso de las mujeres embarazadas a sus hijos e hijas por nacer", añadió.

El especialista aseguró que las mujeres que viven con una pareja con VIH tienen un alto riesgo de contraer el virus por la dificultad de negociar el uso del condón.

Por lo que pidió plantear estrategias enfocadas a necesidades y contextos particulares, siempre respetando el deseo y la aceptación de cada programa.
Ante esta situación, Censida, organizaciones de la sociedad civil y la industria farmacéutica lanzaron la campaña "Yo soy Abigail", para concientizar a la población sobre los desafíos que enfrentan las mujeres con VIH y mejorar su atención.

El SIDA en los Niños


El SIDA es un virus cuyo impacto continúa creciendo día a día; es un problema reconocido en todo el mundo y mata a millones de personas cada año. Los niños no son inmunes a sus efectos y algunos de ellos se encuentran entre las víctimas directas (niños seropositivos), mientras que otros están indirectamente afectados por él (niños que han quedado huérfanos como resultado). Para combatir eficazmente el SIDA son necesarias acciones inmediatas y a nivel mundial. Niños y el SIDA


Los niños ante el VIH/ SIDA


El SIDA es un virus cuyo impacto continúa creciendo día a día; es un problema reconocido en todo el mundo y mata a millones de personas cada año. Los niños no son inmunes a sus efectos y algunos de ellos se encuentran entre las víctimas directas (niños seropositivos), mientras que otros están indirectamente afectados por él (niños que han quedado huérfanos como resultado). Para combatir eficazmente el SIDA son necesarias acciones inmediatas y a nivel mundial.

Los niños que sufren el SIDA


En 2012, el número total de niños que sufren de SIDA en todo el mundo se elevó a 2,2 millones, el 90% de los cuales se encontraban en el África sub-sahariana. Este número se ha incrementado sustancialmente en la última década, ya que en 2001 el número fue de sólo 1,6 millones.

Según las Naciones Unidas, 370.000 niños menores de 15 años se infectan cada año por el virus, lo que equivale a que 6 niños menores de esta edad son infectados por minuto.

Si bien puede ser tentador creer que el SIDA no afecta directamente a los jóvenes, esto no se adapta a la realidad: un tercio de la población seropositiva mundial está formada por individuos cuya edad varía entre 15 y 25 años.

El impacto del SIDA en la supervivencia de los niños


Los tratamientos actuales nos permiten evitar que los niños seropositivos mueran y ayudan para que puedan vivir un promedio de 35 años. Como resultado del progreso científico, ningún niño debería morir de SIDA, sin embargo, en las zonas más afectadas por esta enfermedad el acceso a los tratamientos necesarios no es nada fácil.

Por ejemplo, en África, el 50% de los bebés que sufren de SIDA muere antes de los 2 años si no reciben tratamiento, lo que, desafortunadamente, sucede con frecuencia. La muerte de los niños que adquieren el virus a través de sus madres es algo que se puede prevenir. Los niños seropositivos y la discriminación


Otro fenómeno que se ha incrementado a causa del SIDA es la discriminación contra los niños seropositivos, cuyos efectos son horribles. Niños seropositivos son sometidos a todo tipo de crueldades y violencia, frecuentemente por parte de adultos y de niños intolerantes. Además, hay que enfrentarse a la ignorancia. Debido a que la gente no entiende qué es el SIDA, la discriminación contra las víctimas se vuelve mucho más fácil; por ejemplo, algunas personas se niegan a acercarse a los niños seropositivos por miedo a ser infectados.

Los niños infectados no siempre están en igualdad de condiciones con los demás niños. De hecho, es a menudo mucho más difícil para ellos obtener una educación, recibir ayudas públicas, o encontrar vivienda